Esta primavera la pareja de Currucas, construyo su nido en un ciprés de mediana altura, que yo sepa cuando saque la foto, tenía un huevo nada más, no sé si pondría más pues no quise volver a molestar. Al poco tiempo encontré por el jardín a un pichón queriendo volar, pero no podía, había saltado del nido muy pronto, muy cerca de él, se encontraba no sé si la madre, o el padre, revoloteando por el suelo como intentando enseñarle a levantar el vuelo, era digno de contemplar la escena. Al no poder levantar el vuelo lo cogí y puse de nuevo en el nido, no había más, no supe si fue este solo o hubo alguno otro, al momento estaba otra vez fuera y vuelta a empezar, su madre o padre intentando enseñarle a volar. Fue una escena muy bonita, les deje tranquilos, y no sé que suerte correría aquel pichón.
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