Thuja orientalis-aurea nana (Árbol de la vida)

Nombre común: Árbol de la vida, Tuya enana...
Familia: Cupressaceae
Origen: China, Corea...

Introducción:

La Tuya enana es una conífera de la misma familia de los cipreses, perenne, de color entre verde-amarillo-oro.
Presenta ramas escamosas verticales al tronco, más o menos densas. Su color, con el frío, puede adquirir tonalidades con matices rojizos.

La variedad orientalis-aurea nana presenta una bonita silueta piramidal. Esta especie, colocada tanto en suelo como en amplias y grandes macetas, aportan siluetas muy vistosas y elegantes.
Existen diversos cultivares de Thuya, en esta entrada tratamos la aurea nana, probablemente una de las más vistosas y hermosa.

Thuja orientalis. 

Características:
Hojas, sus hojas escamiformes (dispuestas en forma de escamas), estrechas, puntiagudas, planas y laterales en un solo plano verticales al tronco. Su tronco presenta una corteza parda rojiza y textura fibrosa.

Su desarrollo máximo en suelo y con el tiempo puede rondar el metro y medio de altura, en maceta, puede llegar a rondar con los años casi el metro de altura. Es una conifera de crecimiento algo lento y de porte arbustivo. 

Sus hojas escamosas.

Conos, emiten unos conos femeninos, de color rosa-asalmonado al principio, pasando más tarde a verde-azulado. Son ovalados con seis u ocho escamas aplanadas, espesas y coriáceas, en su madurez se tornan de color pardo y en su interior alojan unas seis semillas. 

Formación de sus pequeñas piñas.

Sus piñas donde alojan sus semillas.

Riego, es un arbusto o pequeño arbolillo que requiere de pocos riegos, al principio y ubicado en suelo, necesita de riegos regulares hasta su arraigo. En maceta, necesita de más riegos pero tampoco en exceso. Esta planta resiste tanto el frío como las elevadas temperaturas de calor. En invierno, su silueta piramidal con las heladas, adquieren una pequeña tonalidad rojiza de gran vistosidad, cómo ya indique anteriormente.

Poda, admite muy bien la poda, de hecho, podemos dejar con una silueta piramidal o podada en redondo o cualquier otra forma topiaria de las muchas que se pueden realizar, aunque de por si, su silueta piramidal es lo bastante bella como para no tener que podar.

Plagas, como cualquier otra conífera, puede verse afectada por algún tipo de cochinilla, sea de caparazón y en raros casos por algodonosa, aparte de otras plagas que son menos inusuales. Para detectarlas muchas veces con cuidado debemos con la mano abrir la planta para comprobar sus rams  interiores. 

Cochinilla de caparazón: la que más suele atacar a las coníferas, al igual que a otras plantas es la cochinilla de caparazón, esta no es fácil detectarla; así pues debemos estar atentos. A veces te das cuenta algo tarde cuado ves el tronco o alguna rama de color gris-negro por la sustancia (melaza-negruzca) que desprenden a la que normalmente acuden las hormigas. Como estas cochinillas se confunden con el tronco o rama como una pequeña protuberancia del propio tronco o rama, lo mejor es con la uña despegarla para comprobar que son cochinillas. Estas son muy pequeñas y suelen medir entre dos tres milímetros. Adheridas como si de una ventosa se tratara succionan la sabia de la planta, produciendo su debilitamiento e incluso muerte de la misma. Cuando se descubra tratar acto seguido la planta con algún insecticida específico o polivalente para cochinillas.  

Cochinillas de caparazón en la palma de la mano con la savia succionada del árbol.

 

Cochinillas de caparazón en una rama.

Cochinilla algodonosa: la cochinilla algodonosa es más difícil que ataque a las coníferas, aunque a día de hoy se están convirtiendo en casi plaga, ya que atacan a todo tipo de plantas aromáticas, rosales, etc. Estas son más fáciles de ver y eliminar; cuando son grandes con los dedos se pueden coger y en el suelo con una piedra pequeña se chafan, si han criado en la planta y aparecen como pequeñas cabezas de alfileres blancas, entonces debemos tratar la planta para poder eliminarles por completo. También desprenden una sustancia viscosa (melaza-negruzca) a la que acuden igualmente las hormigas.  

Cochinilla algodonosa en una rama.

Ubicación, es una planta que requiere estar ubicada tanto en suelo como en maceta en zona que reciba sol, aunque también admite muy bien la semisombra, pero su desarrollo y silueta será más efectiva situándole a pleno sol. 

Suelos, admiten cualquier tipo de suelo siempre y cuando no encharquen y dispongan de un buen drenaje. Es una planta que una vez establecida permite ciertos períodos de sequía y abandono como ya fue comentado anteriormente. 

Quedan muy vistosas en adornos de rocallas con grandes piedras y combinan de maravilla con los Brezos o con otras coníferas. 

Jardín de coníferas. Foto de la red.